Descripción
Hollywood se encuentra en su época dorada y un capitalismo optimista invade la sociedad americana. La ciudad se mueve alrededor del dinero, el poder y la fama. En este marco, y bajo la doble moral americana, se esconde un inframundo de delincuencia, mafia, y drogas. Cole Phelps acaba de regresar de la Segunda Guerra Mundial, y una oleada de corrupción, crimen y violencia le esperan a su regreso. Es por ello que sus convicciones personales le llevan a retomar su posición en el Departamento de Policía de Los Ángeles. Utilizando lógica deductiva y sin traicionar sus principios, Phelps ira resolviendo una serie de casos, a la vez que asciende en la policía, intentando limpiar una ciudad que se ha convertido en una jungla de asfalto.
L.A. Noire hace referencia al cine negro (Film Noir), cine que se caracteriza por combinar de manera lúgubre y en tonos oscuros, géneros como el cine de mafiosos o el cine social. Mismos que habitualmente giran en torno a hechos delictivos con un fuerte contenido expresivo y una característica esterilización visual. El juego, al igual que el género cinematográfico, toma lugar en los 40; para ser precisos en 1947. Protagonizado por Aaron Staton (Mad Men, 2007) se inspira en la salvaje ola de asesinatos en serie asociados con la Dalia Negra. En aquella época, los psicópatas eran algo completamente inusitado y tal concepto como la policía forense no existía. Eso se tradujo en que, con frecuencia, los periodistas campaban a sus anchas en la escena del crimen al mismo tiempo que la policía. Es por eso que todos los casos más importantes de L.A. Noire se inspiran en sucesos reales ampliamente documentados en un ingente archivo fotográfico de aquellos asesinatos. Esto solo nos da una idea de la profundidad del trabajo de ambientación del que presume el título.
Rockstar nos advierte antes de jugar que L.A. Noire no es un juego de acción, sino un thriller. El entorno podría definirse como de mundo abierto pero, a diferencia de lo que sucede en la franquicia Grand Theft Auto, el desarrollo es más lineal de lo que parece y los momentos de acción están dosificados a cuentagotas y perfectamente justificados por la trama. Asimismo, uno de los mayores logros de Team Bondi es la captura y digitalización de rostros con más de 32 cámaras que nos permiten observar hasta los más mínimos detalles, con lo que cada pequeño gesto y giro de lenguaje corporal pueden darnos indicios o confundirnos completamente. La clave aquí es ir eligiendo preguntas de una lista predeterminada y valorando si los personajes que tenemos enfrente nos están diciendo la verdad al momento de interrogarlos. Conforme el interrogatorio avance, dependiendo de nuestras reacciones ante los interrogados, nos darán más información sobre el caso, o se quedarán completamente mudos. Cabe mencionar que los desarrolladores han computarizado a más de 400 actores para que esto sea posible y todos los personajes tengan presencia propia.
Los interrogatorios no son toda la parte de la investigación. Al recibir una llamada de la Estación de Policía es necesario ir a la escena del crimen a buscar posibles pruebas. Para esto tendremos que recorrer centímetro a centímetro los bien elaborados escenarios solo con la "ayuda" de un leve toque de piano que nos invita a explorar cierta zona más detenidamente.
Cuando llegamos a reunir todas las pistas y estas intachablemente señalan a un culpable es momento de acusarlo, claro muy pocos culpables lo aceptan, e intentan huir. Es aquí cuando toma parte importante nuestra habilidad con el gatillo y los puños. En este apartado toma especial presencia la parte musical del juego, que también llama la atención. Las escenas van acompañadas de Jazz intuitivo de músicos de la talla de Ella Fitzgerald y Duke Ellington.
Lo importante aquí es que todas las misiones tienen que ser resueltas, pero hay varias formas de hacerlo. En otras palabras, cada caso puede resolverse de mejor o peor manera y el resultado afecta directamente a los casos sucesivos. Este sistema beneficia directamente a las posibilidades de re-jugabilidad de L.A. Noire, volviéndolas altísimas.
Un título que roza la perfección a nivel técnico, contando con una sincronización de caras y voces que no se había visto jamás; dentro de esto, las actuaciones, una historia intrigante y una impasible banda sonora conforman un juego digno de Óscar con una jugabilidad sin precedentes.
L.A. Noire hace referencia al cine negro (Film Noir), cine que se caracteriza por combinar de manera lúgubre y en tonos oscuros, géneros como el cine de mafiosos o el cine social. Mismos que habitualmente giran en torno a hechos delictivos con un fuerte contenido expresivo y una característica esterilización visual. El juego, al igual que el género cinematográfico, toma lugar en los 40; para ser precisos en 1947. Protagonizado por Aaron Staton (Mad Men, 2007) se inspira en la salvaje ola de asesinatos en serie asociados con la Dalia Negra. En aquella época, los psicópatas eran algo completamente inusitado y tal concepto como la policía forense no existía. Eso se tradujo en que, con frecuencia, los periodistas campaban a sus anchas en la escena del crimen al mismo tiempo que la policía. Es por eso que todos los casos más importantes de L.A. Noire se inspiran en sucesos reales ampliamente documentados en un ingente archivo fotográfico de aquellos asesinatos. Esto solo nos da una idea de la profundidad del trabajo de ambientación del que presume el título.
Rockstar nos advierte antes de jugar que L.A. Noire no es un juego de acción, sino un thriller. El entorno podría definirse como de mundo abierto pero, a diferencia de lo que sucede en la franquicia Grand Theft Auto, el desarrollo es más lineal de lo que parece y los momentos de acción están dosificados a cuentagotas y perfectamente justificados por la trama. Asimismo, uno de los mayores logros de Team Bondi es la captura y digitalización de rostros con más de 32 cámaras que nos permiten observar hasta los más mínimos detalles, con lo que cada pequeño gesto y giro de lenguaje corporal pueden darnos indicios o confundirnos completamente. La clave aquí es ir eligiendo preguntas de una lista predeterminada y valorando si los personajes que tenemos enfrente nos están diciendo la verdad al momento de interrogarlos. Conforme el interrogatorio avance, dependiendo de nuestras reacciones ante los interrogados, nos darán más información sobre el caso, o se quedarán completamente mudos. Cabe mencionar que los desarrolladores han computarizado a más de 400 actores para que esto sea posible y todos los personajes tengan presencia propia.
Los interrogatorios no son toda la parte de la investigación. Al recibir una llamada de la Estación de Policía es necesario ir a la escena del crimen a buscar posibles pruebas. Para esto tendremos que recorrer centímetro a centímetro los bien elaborados escenarios solo con la "ayuda" de un leve toque de piano que nos invita a explorar cierta zona más detenidamente.
Cuando llegamos a reunir todas las pistas y estas intachablemente señalan a un culpable es momento de acusarlo, claro muy pocos culpables lo aceptan, e intentan huir. Es aquí cuando toma parte importante nuestra habilidad con el gatillo y los puños. En este apartado toma especial presencia la parte musical del juego, que también llama la atención. Las escenas van acompañadas de Jazz intuitivo de músicos de la talla de Ella Fitzgerald y Duke Ellington.
Lo importante aquí es que todas las misiones tienen que ser resueltas, pero hay varias formas de hacerlo. En otras palabras, cada caso puede resolverse de mejor o peor manera y el resultado afecta directamente a los casos sucesivos. Este sistema beneficia directamente a las posibilidades de re-jugabilidad de L.A. Noire, volviéndolas altísimas.
Un título que roza la perfección a nivel técnico, contando con una sincronización de caras y voces que no se había visto jamás; dentro de esto, las actuaciones, una historia intrigante y una impasible banda sonora conforman un juego digno de Óscar con una jugabilidad sin precedentes.